CRONICA del CONCIERTO de KILLER KIN en BADALONA / Ruta 66

 Killer Kin – Estraperlo (Badalona)




El estado natural de un polígono industrial en una jornada de domingo, es el de la calma. Si bien la actividad semanal los convierte en uno de los lugares más ruidosos, cuando llega el domingo todo se silencia en sus calles.

Pero en esta ocasión, ese silencio se vería arrasado por los aullidos de Mattie Lea, cabeza visible y activista en toda regla de Killer Kin, quien demostró una hiperactividad fuera de lo común, todo a golpe de cadena.

Si bien en su anterior visita las limitaciones de la sala en cuanto espacio, resultaron un factor que no permitió desarrollar a la banda de forma fluida su propuesta, en esta ocasión la amplitud fue un valor añadido al desarrollo de la performance de Mattie. Asimismo, a nivel musical han ganado en cohesión; quizás, solo perfilando la pegada de su batería, podríamos hablar de un sonido directamente arrasador. Siempre dirigidos por la guitarra rítmica de Chloe Rose, que mostró ese halo sensual como contrapunto a la cantidad de sudor vertido por el escenario, y sí, atrajo una buena parte de las miradas.

Arrancaron con ese homenaje no oculto hacia una famosa banda australiana, como es el tema “Damned And Doomed” (lector: te recomiendo su relectura para adivinar de qué tema clásico hablo), para desembocar en una espiral de crispación y sonidos todos con la etiqueta “proto” delante: ya sea rock & roll, punk, metal, etc. El viaje pasó por “Señor Dynamite” o “Point Blank”, auténticas demostraciones de fuerza que encajaron sin problema con el cover de “Overkill”, situado en mitad de su set, y que supuso subir una nueva marcha hasta llegar a la extenuación final.

A posteriori, la banda montó su propia after party en el puesto de merchandising, con sensación de sentirse rockstars de callejón o de polígono industrial, como fue el caso del pasado domingo. Evidentemente, será complicado mantener esa intensidad a lo largo de próximos trabajos y visitas, pero sin duda, allí estaremos para verificarlo. Y si has leído estas líneas y no te acercaste a su show, ya sabes: apúntatelo en la agenda para la próxima vez.

Texto: Oscar Fernández Sánchez
Fotos: Álvar Luis Gabaldà

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