Reseña del concierto de The Fuzztones en la Sala Upload (Barcelona) en Dirty Lovers


The Fuzztones (Sala Upload, 23/02/23)

Hay dos maneras básicas de entender el pecado: como liberación o como reacción, ruptura o conformismo, transgresión o estancamiento (entre medias hay muchas más, pero, para esta reseña, nos vamos a centrar en estos dos extremos). Mientras Sinciders abrieron fuego en este doble cartel con una bacanal de garage lascivo, descarado e ingenuo (valga el oxímoron) a la vez, Fuzztones ejecutaron un espectáculo intachable en lo instrumental, renqueante en lo vocal y escorado a la autoindulgencia y a esa malinterpretación de la transgresión, de pose de malote con tufillo de conservadurismo, que apela más a la minarquía que a la anarquía, la de «todo me la pela y cómo vas a posicionarte en contra con lo que molo, ¡mira cómo romper reglas!» cuando, en realidad, estás más encorsetado en el cliché que el manual de protocolo de la casa real. Mira, pues así no. Y ojo, máximo respeto a esos cuarenta y dos años (que se dice pronto) de carrera y a esa vitalidad de Rudy Protrudi, que, a pesar de los malos augurios iniciales (veinticinco minutos de retraso, un arranque algo frío, la pregunta de que no sabía si estaba en Barcelona o en Siberia por la falta de respuesta —Rudy, los años no pasan en balde en ambos lados del proscenio—), fue creciendo en intensidad y en despiporre. Como bien me decía Montse, Rudy se fue creciendo en el escenario alimentándose de la energía del público (a lo vampiro psíquico); un público que, vamos a decirlo ya, es el mejor activo de Fuzztones: fiel, dicharachero y volcado en la banda.

Sinciders (Foto: Meritxell Rosell)

Pero volvamos al inicio de la noche, cuando el equipo local, Sinciders, asaltó de nuevo el escenario de la Upload para presentar su tercer largo, el segundo con la familia de Family Spree Records. Descargaron electricidad por doquier, a placer y sin piedad, con el dial del volumen al 11. Arrancaron con dos de los temas más destacados y contundentes del anterior ‘Synesthesic Sensibilities’ antes de desgranar casi al completo un ‘Supermegafuck’ con el que nos vamos a usar el recurso fácil de nos follaron la cabeza. Bueno, sí: nos follaron la cabeza, para qué lo vamos a negar. La diversión encima de las tablas se contagió con facilidad, con Sardi culebrando y dejándose querer por el público, chulo, desafiante, berreando las miserias que se cuelan por las grietas de esta sociedad con descaro y desparpajo. Este aprendiz de cronista se declara fan de la labor de Gastón a la guitarra solista, contrapunto melódico-ruidoso a la contundencia de una banda a la que el gremio de fabricantes de audífonos debería patrocinar, una banda con músculo de culturista. El concierto se deslizo como el lubricante, sucio, lascivo, infeccioso, sucio (me reitero), sugerente, y que puso el broche de oro con el “Too Drunk to Fuck” de Dead Kennedys. Sinciders se han hecho un hueco en ese espacio entre el garage y el punk (y un poco de chachachá) de marcada personalidad y que los sitúa como uno de los nombres a seguir en la escena underground nacional.

Sinciders (Foto: Meritxell Rosell)

Tras ese buen sabor de boca… el desespero. Idas y venidas al backstage del manager y de la gente de la sala, cubiteras, cajas de cervezas, el reloj corría y se oían los primeros silbidos, después un conato de abucheo, la impaciencia empezaba a ser evidente, el público se iba agolpando frente al escenario y aquello empezaba a tener mala pinta… hasta que se apagaron las luces y los miembros más jóvenes de la actual encarnación de la banda aparecieron para establecer el tono del concierto: el garage-rock con aires de surf, maravillosamente sostenidos por el teclado y por una banda que respaldó en todo momento a un Rudy Protrudi a veces histriónico y a veces sin aliento; muy enchufado en sus mejores momentos y desenchufado y fuera de tono en los peores.

The Fuzztones (Foto: Meritxell Rosell)

Sabedores del legado que poseen no escatimaron en éxitos, guardándose, evidentemente, la munición pesada para el final. Entre versiones de bandas legendarias del sonido rock retro, proto punk y garajero como ? & The Mysterians y The Spike Drives fueron intercalando esos éxitos medulares del garage como “Action Speak Louder Than Words”, “Bad News Travel Fast” y “1-2-5”. Los incondicionales ya estaban convencidos; los neófitos fruncíamos el entrecejo ante la deriva vocal de Protrudi y sus intervenciones algo extemporáneas, como la presentación de “Barking Up the Wrong Tree”.

The Fuzztones (Foto: Meritxell Rosell)

El concierto fue toda una prueba de fidelidad para el público; si, apenas pasados veinte minutos, temíamos que la demora desembocase en un concierto corto, en realidad fueron casi dos horas que acabaron con un delirio psicodélico: un medley interminable de la juventud de Fuzztones (“Romilar D”, “Blackout”, “You Burn Me Up and Down”, “No Friend of Mine” y “She’s Wicked” sin solución de continuidad, machambrados cual jam session de Tangerine Dream) que le permitió recuperar fuelle al cantante para acabar con dos bises igual de interminables: “Black Lightning Light” y “Strychnine”, recibidos como maná por aquellos hard-die fans que se pudieron permitir superar la medianoche de largo para acabar la velada con una sonrisa indeleble en los labios, un público que aplaudía a rabiar y se divertía como si le fuese la vida en ello. Porque, insisto, aun a pesar de la excelencia instrumental, de la amalgama que proporcionaban los teclados, de la inmensa banda, hecha para resistir vientos y mareas, y de los ramalazos de vieja rockstar a lo ‘Crepúsculo de los Dioses’ de Protrudi, inmenso a la guitarra y en ocasiones bochornoso a la voz, lo mejor, insisto, de Fuzztones es su público.

The Fuzztones (Foto: Meritxell Rosell)

Setlist:

  • Blues Theme (cover de Dave Allan & The Arrows)
  • Girl (You Captivate Me) (cover de ? & The Mysterians)
  • I Never Knew
  • Action Speaks Louder Than Words
  • Bad News Travels Fast
  • 1-2-5 (cover de The Haunted)
  • Ward 81
  • Psilocybe
  • Look for the Question Mark
  • Barking Up the Wrong Tree
  • Strange Mysterious Sound
  • Johnson in a Headlock
  • Heathen Set
  • Romilar D
  • Blackout / Burn Me Up & Down / No Friend / She’s Wicked

Bis:

Comentarios

Contacto El Beasto Bookings

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *