Quitando los 30 minutos de retraso con el que arranco el show sin necesidad (Imagino que las “leyendas” están acostumbrados a otros horarios), pudimos disfrutar de uno realmente bueno. Rudi Protrudi mantiene la actitud, imagen y carisma comunicativo sin problema, es más, parece más abierto que en otras ocasiones, tontea con todas las chicas posibles, se descuelga con historias de drogas (cuando hace tiempo que no las consumirá), aguanta bien de voz y desarrolla bien los temas. La banda que lo arropa es muy competente, solo un poco más de juego del guitarra y bajista hubiera estado ben, pero suenan potentes, con mención aparte a su batería, este si dio juego, tato detrás de su batería como sobre las tablas, con “performance” de desmayo incluida, algo así como un clon de Bam del año 1989, batería de The Dogs D’Amour. Por otra parte, la banda se encuentra en